Desde Paris Hilton a Barack Obama, todos han visto desveladas algunos de sus datos por una humilde contraseña. Los estudios confirman año tras año que no damos importancia a nuestras palabras de paso, la mayoría fáciles de adivinar y de romper en segundos. Aunque conozcamos las normas básicas para crearlas y conservarlas, no las cumplimos.
27.3.09
Contraseñas NADA seguras
Recojo, por si todavía existen incautos, el artículo "Adivinamos su contraseña 1234" de Mercé Molist publicado ayer en el CIBERPAÍS:
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